La
cigarra era feliz disfrutando del verano: El sol brillaba, las flores
desprendían su aroma...y la cigarra cantaba y cantaba. Mientras tanto su amiga
y vecina, una pequeña hormiga, pasaba el día entero trabajando, recogiendo
alimentos.
-
¡Amiga hormiga! ¿No te cansas de tanto trabajar? Descansa un rato conmigo
mientras canto algo para ti. – Le decía la cigarra a la hormiga.
- Mejor
harías en recoger provisiones para el invierno y dejarte de tanta holgazanería
– le respondía la hormiga, mientras transportaba el grano, atareada.
La
cigarra se reía y seguía cantando sin hacer caso a su amiga.
Hasta
que un día, al despertarse, sintió el frío intenso del invierno. Los árboles se
habían quedado sin hojas y del cielo caían copos de nieve, mientras la cigarra
vagaba por campo, helada y hambrienta. Vio a lo lejos la casa de su vecina la
hormiga, y se acercó a pedirle ayuda.
- Amiga
hormiga, tengo frío y hambre, ¿no me darías algo de comer? Tú tienes mucha
comida y una casa caliente, mientras que yo no tengo nada.
La
hormiga entreabrió la puerta de su casa y le dijo a la cigarra.
- Dime
amiga cigarra, ¿qué hacías tú mientras yo madrugaba para trabajar? ¿Qué hacías
mientras yo cargaba con granos de trigo de acá para allá?
-
Cantaba y cantaba bajo el sol- contestó la cigarra.
- ¿Eso
hacías? Pues si cantabas en el verano, ahora baila durante el invierno-
Y le
cerró la puerta, dejando fuera a la cigarra, que había aprendido la lección.
Moraleja: Primero duro tendrás que trabajar si luego tranquilo quieres disfrutar.
Manuel Coll - 2º "C"
Moraleja: Cada uno aprender a hacerse responsable de lo que hace.
Sofía Simonini – 2º "C"
Moraleja: No dediques tu vida sólo a la diversión; trabaja y guarda para los momentos de escasez.
Mía Pereyra - 2º "C"
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