Un
cuervo robó a unos pastores un pedazo de queso y se retiró a un árbol.
Lo vio
una zorra y deseó quedarse con aquel queso. Para ello se acercó al cuervo y
empezó a halagarlo; le dijo que tenía la presencia del águila, que era más
hermoso que el ruiseñor y más inteligente que el búho- al final, le dijo que no
había en el mundo nadie mejor dotado que él para ser el rey de las aves, pero
que su único problema era la falta de voz.
El
cuervo, para demostrarle a la zorra que no le faltaba la voz, soltó el queso
para lanzar con orgullo un fuerte grito.
La
zorra no perdió tiempo y atrapó con sus dientes el pedazo de queso. Entonces
dijo: -Amigo cuervo, si además de vanidad tuvieras entendimiento, nada más te
faltaría en verdad para ser el rey de las aves.
Moraleja: Si te dicen muchas cosas lindas, tené cuidado
que no te roben.
Lara Mac Kay - 2º "A"
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