viernes, 28 de septiembre de 2012

EL PASTOR MENTIROSO



  Había una vez un pastor muy bromista y mentiroso. Todos los días, cuando regresaba a su casa, después de haber llevado a pastar a su rebaño, entraba corriendo en el pueblo gritando:
-          ¡Viene el lobo! ¡Viene el lobo!
  Al oír los gritos, todos los habitantes se metían en sus casas muertos de miedo. Y allí encerrados se quedaban hasta que oían de nuevo al pastor.
-          ¡Ja, ja, ja! ¡No es verdad! ¡Sólo era una broma! ¡Tontos!
  Y todos los días los habitantes del pueblo miraban malhumorados al pastor que siempre se alejaba riéndose.
Todos los días… Hasta que … ¿Sabes qué pasó?
  Un día, como tantos otros, el pastor volvió corriendo al pueblo. Gritaba tanto o más que en otras ocasiones:
-          ¡Viene el lobo! ¡Viene el lobo!
  Pero esta vez corría más deprisa de lo normal y gritaba también más fuerte de lo normal… Sin embargo, los vecinos del pueblo no le hicieron caso, hartos ya de que el pastor les hubiera engañado tantas veces…
  Y ¿Sabes cómo terminó todo? ¡Claro! Esta vez sí que fue de verdad que venía el lobo. Y como nadie del pueblo le hizo caso, el pastor se quedó sin ovejas, pues el lobo se las comió todas.



Moraleja: A los mentirosos nadie les cree, ni siquiera cuando dicen la verdad.



 Mateo Albrichi -  2º "A"


Moraleja: Al mentir siempre al final nadie te va a creer.



                                                                                                                            Delfina Jaef - 2º “A”                                                                                

1 comentario:

  1. Sin duda la moraleja del pastor mentiroso es indispensable para enseñarle a los niños que no deben decir mentiras. Pues una cima de mentirás provocará que despues nadie te crea cuando dices la verdad. Mi hija me la compartió en
    http://www.fabulascortas3.com/2016/10/el-pastorcito-mentiroso.html
    y la verdad es que me pareció muy bonita y con una gran enseñanza.

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