Quesito era un ratoncito que todas las noches, pasito
a pasito, iba hasta el aparador y se llenaba la pancita de queso.
Tanto le gustaba el queso, que por eso todos le decían
Quesito.
Un día, Quesito encontró un gatito que lloraba. Un
gatito que “miau miau” lloraba y lloraba…
Entonces Quesito lo acostó, y le tomó el pulso, y le
puso el termómetro y le miró con mucho cuidado dentro de la boca.
Ha de estar aburrido – se dijo Quesito-. Voy a sacarlo
a pasear.
Y se fue al cajón de los juguetes y volvió en un
hermoso autito pintado de azul.
Pero, miau miau, el gatito seguía llorando.
- No
quiere pasear – se dijo Quesito-. Entonces voy hacerlo reír.
Y buscó un traje de payaso, se lo vistió y se puso a
hacer pruebas delante del gatito.
Pero, miau miau, el gatito seguía llorando.
-¡Ya sé qué le pasa! – se dijo Quesito, dándose una
palmada en la frente. Este gatito ha de tener muchísima hambre.
Y
fue a la huerta, y desenterró una zanahoria y la trajo en una carretilla.
Ya
en la cocina, Quesito puso la zanahoria en una olla y encendió el fuego.
Y
revolvió y revolvió, hasta que la zanahoria empezó a oler como ya es sabido que
debe oler una zanahoria rica, ¡deliciosamente!
Pero
el gatito no quiso probar ni un pedacito de zanahoria y miau miau, siguió
llorando.
Entonces Quesito buscó una vela, y
subió a la mesa y leyó en un gran libro: “A los gatitos, cuando tienen hambre,
les gusta tomar leche”.
Quesito trajo un plato con leche, y el gatito dejó de
llorar: moviendo ligerito la lengua se puso a beber y a hacer ronrón…
Entonces
a Quesito le dio hambre y, buscando una pajita, él también se puso a tomar…
Moraleja: Hasta en la
persona menos pensada podemos encontrar un buen amigo.
AXEL ALBOR - 2º "B"
Me ayudo mucho con mi tarea gracias
ResponderEliminarBuenisimo, le leí este cuento cientos de veces a mi hija, antes de dormir. Allá por 2006...!!!
ResponderEliminarhola😀😀😀😀😀😀😀😀😀😀😀😀😀😀😀😀
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