martes, 30 de octubre de 2012

LA ZORRA Y LA SERPIENTE


 Bajo un hermoso árbol descansaba una enorme serpiente, que se lucía en todo su esplendor por la luz del mediodía y por los cálidos rayos del grandioso sol.
  Era una serpiente inofensiva que dormía plácidamente sin molestar a nadie.
 Poco después apareció por el sendero donde se encontraba la serpiente una zorra pequeña y algo desmadejada.
  La zorra se detuvo en el camino a admirar el hermoso cuerpo alargado del reptil. Y llena de envidia por poseer esa esbelta figura de la que ella carecía, se echó a su lado muy cerca para intentar igualarla.
  -¿Qué te trae por aquí?- preguntó la serpiente.
  - Me llamó la atención tu cuerpo y me acerqué a admirarlo.
 Lentamente, la zorra comenzó a estirarse, cada vez un poco más, intentando, en vano, igualar a la serpiente.
  Pero tanto se esforzó en imitarla y tal fue su esfuerzo, que acabó por romperse.

Moraleja: No te esfuerces en imitar aquello para lo que no estás capacitado.


EROS TORRESÁN - 2º "B"

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